miércoles, enero 11, 2006

1970, "Murió la Flor", Los Ángeles Negros y don Claudio Zapata, profesor de Castellano de San Carlos


"MURIÓ LA FLOR"
Al frente el PC., a la derecha la pavita y el mate, son la nueve de la noche... en el pequeño equipo de sonido a mi espalda se escuchan Los Ángeles Negros, los famosos y míticos Ángeles. Mi padre ha comprado hace algún tiempo un par de discos de la colección Ídolos Guachacas aparecida junto a un periódico popular de esos con minas en bolas en la portada, me los ha prestado; pero no los había podido tocar porque el lector del PC- parece medio finoli -no les daba pelota, en estos días me pasaron un equipito y aprovecho la oportunidad....
Toda mi niñez transcurrió con el telón de fondo de sus canciones, siempre presentes, por todos lados: por las calles, en los negocios, por los restaurantes de esos con borracho tirado en la entrada y pechugona en el mesón verde loro, cuando daba vueltas por las calles de la ciudad medio a la buena de Dios...como hasta ahora...
Fueron todo un fenómeno en ese Chilecito que éramos, tan olvidado al Sur del mundo, tan chiquito y apequenado, ese que nunca ganaba en nada, lleno de triunfos morales y ninguna copa salvo la de “¡Salud compadre, para otra será!”.
Fueron conocidos por toda América junto a su vocalista, el inconfundible Germaín de la Fuente..
Tiempos esos de los Fiat 125 y los GAP del “Chicho”* con sus metralletas y medio cuerpo afuera a toda velocidad por las calles de ese Chile que pudo ser y no fue...de los bombazos al lado de mi casa en el fundo en donde practicaban los del Patria y Libertad y los del MIR**, algo así como el patio de la escuela de los aprendices de soldados populares en sus clases de explosiva gimnasia...a toda velocidad entraban por la noche las caravanas de autos, al rato ¡¡¡BROOOOMMMM!!!!! métale con el trotil....se iban y luego llegaban los otros y ¡¡¡BROOOOOMMM!!!! Dele con el trotil...hasta que un día los vecinos de la villa de emergencia instalada en medio de los pantanos por la decisión de un “compañero” medio gil y despistado, cansados de tanta huevada y despelote, cavaron entre todos un canalón de un metro de profundidad por otro de ancho que atravesaba el camino . Esa noche, rugieron los motores como siempre y los de la caravana esta vez no pudieron pasar, se sacaron la cresta en el agujero y entre ellos...
Tiempos de esos mis compañeros que no sé por qué razón estaban en mi curso si tenían dieciocho años y yo como once, y sus cadenas en el bolsón para ir a darse con los de la “Ramona Parra” por allí en alguna calle o en la Plaza de Armas; del “Barnabás Collins” y su cuchillo de monte en el cinturón, para ir a la reunión de la “Rolando Matus” y sus bastones de coligüe escondidos en la selvática entrada del colegio...
“Murió la flor y en mí
Tu esencia se quedó
Y tu risa infantil
Creo escuchar
Las noches frías son
No brilla más el sol
Desde que tú no estás
Llorando estoy....”
Tiempos de mi “linchaco” hecho con palos de escoba, de repente ¡plam! palo en el mate, se escapaba de mi mano y cototo seguro....se confunden los años, suena también Santana, el Mini Cooper rojo va a toda velocidad...
“Murió la flor....” canta Germaín, Tan, tan, tan, tan....tan, tan, tan, tan, el bajo se escucha así limpio, el órgano electrónico casi tocado con un dedo, de esos con tubos al vacío, sonido inconfundible nunca igualado por los sintetizadores modernos que cortan el cerebro con su sonido de sierra eléctrica...
Germaín y su voz inconfundible de muchacho provinciano que saltó al mundo...
Los Ángeles Negros, desde San Carlos para todo Chile y el Universo, ídolos para siempre, eternos...
De seguro que Dios los pondrá a sus pies para que emocionen al Cielo con sus canciones...tan así como simples y que sin embargo te remueven siempre algo, se corren los velos del corazón y tocan la puerta del tiempo, todo se abre...
Se vienen a mis ojos los zapallos del tío Claudio, zapallos que crecían por los techos de su casa y los de las piezas del fondo del patio, selva trepadora que subía de manera misteriosa e imparable por las paredes que separaban las casas de nuestro barrio y sus flores amarillas así como cornetas, las que se alzaban de a poco y silenciosamente, sigilosamente, para transformarse de improviso en unos gigantescos zapallos de esos de guarda, parecidos a las calabazas de los “jalogüines” modernos, ni siquiera sospechados en esos tiempos de la Cruz de Mayo y sus niños que pedían regalitos; sin hablar de las alcayotas que competían con los zapallos y crecían hasta el cielo....
Mis años de niñez se pasaron caminando y haciendo equilibrio por los filos de las panderetes medianeras del fondo de los patios de las casas del barrio, sobre el techo de mi casa mirando el atardecer, caminando por los techos de los vecinos al igual que un gato. Junto a los niños en nuestros batallas a peñascazos de los juegos de soldaditos y sus trincheras liliputienses, en los juegos de bolitas en el pasaje que por el frente conectaba a nuestras casas, corriendo por el campo hasta llegar al inmenso río que unas cuadras adelante se uniría al mar.
Felices junto a mis amigos, los nietos del tío Claudio; profesor de castellano del Liceo de San Carlos, con su traje siempre planchado, los pantalones con bastillas, zapatos brillantes, sus calcetines con rayitas, pelo engominado perfectamente peinado hacia atrás, sus lentes y en medio una nariz grandota, de seguro por eso el pañuelo en el bolsillo de la chaqueta que asomaba tan prolijo.
A mi lado hoy día me acompaña el Pequeño Larousse edición 1950 que me regaló una vez y que me ha seguido durante más de treinta años ¿qué dirá allá en el Cielo de mi castellano bárbaro y de mis escritos?
Hombre dulce y bueno con su porte de espiga, ya algo cansado por los años llegó jubilado desde su pueblo hasta nuestra ciudad, a mi barrio donde casi todos los padres eran profesores en la universidad. Tuve la suerte de compartir su vida y la de su familia por cinco años. Nos correteaba en nuestros juegos de bolitas pues agujereábamos el frente de su casa con unas especies de pocitos...Todavía me parece escuchar su televisor recién estrenado junto a la recién llegada televisión, las noticias de la tarde y nosotros jugando, siempre jugando y nuestras casas, islas en medio del campo y sus vacas lecheras que en invierno quedaban empantanadas por semanas, con el barro hasta el cogote...y yo mirándolas desde mi ventana, la casa calientita y el viento y la lluvia de esas que mojan de lado...abajo en la planta baja las sopaipillas y los “picarones pasados” con chancaca...
Entre sus alumnos del Liceo estuvieron Germaín y sus compañeros, animaban las fiestas escolares de ese entonces, así partieron, desde su pueblo mediterráneo en el centro-sur de Chile; de seguro las letras de sus canciones fueron de alguna manera creadas por el tío Claudio en sus clases, con sus verbos y conjugaciones...
Llueve, hoy “por la ventana llueve y llueve....”
Es martes por la mañana, en la radio se escucha por primera vez la voz del que dirigirá los destinos de nuestro Chile hasta hoy:
“Bando Número Uno”...todo se congela, todo se detiene.
El Salvador de la Patria, sus lentes oscuros y su banda de cuatreros se apoderan de Chile...el cielo retumba con los Hawker Hunter***, la gente se esconde....la calle llena de soldados y carabineros, todas las casas embanderadas y la mía no tiene bandera, mi estratosférica madre siempre en “la pobla” con las viejas del “centro de madres” y sus beneficios de empanadas fritas, comités y Mes de María no tiene idea en dónde está la nuestra...se acerca un oficial a averiguar por qué no hemos obedecido, un vecino le dice que “somos gente buena,,,”, el tipo se marcha...vienen a buscar a un argentino que vive a unos metros...las tropas rodean el perímetro...al rato se lo llevan...
El último Presidente democrático que tuvo Chile ha muerto...al igual que el Chile que pudo ser...el que falleció rápidamente ayudado por los sinvergüenzas de un lado y los del otro...
Ellos nos gobiernan desde entonces y la democracia no ha sido recuperada hasta hoy...
Una niñita de parvulario asustada será la presidente a partir de fin de año, su comparsa en el teatro de títeres de estas elecciones un muñequito de brazos cortos y otro de lentecitos manotean a su lado....
Son las 10:40 de la noche, es hora de ir a comer algo....
Dejo al PC, sopla el viento, tac, tac, tac, suenan las gotitas sobre las chapas del techo....la calle está oscura...el mar ruge poderoso....
El tío Claudio y sus zapallos vuelven a mis años de niñez....allá siguen floreciendo....
Ta, ta, ta, tan
“Desde hace tiempo
Espero yo
Oír tu voz
Sentir tu amor
Y ya no sé lo que es reír
No sé vivir si tú no estás
Cada rumor que llega a mí
Me hace soñar
Que estás aquí
Siento tu cuerpo junto a mí
Y al despertar
Tú ya no estás”
Eternos de seguro don Claudio Zapata, profesor de castellano de San Carlos y sus alumnos Germaín de la Fuente y Los Ángeles Negros cantarán por siempre y para siempre .
“Murió la flor y en mí
Tu esencia se quedó
Y tu risa infantil
Creo escuchar
Las noches frías son
No brilla más el sol
Desde que tú no estás
Llorando estoy....”

*GAP: Grupo de Amigos del Presidente, cuerpo de seguridad del presidente Allende.
**Patria y Libertad, Rolando Matus y el Mir: grupos de extrema derecha e izquierda respectivamente.
***Hawker Hunter: aviones de combate usados en el bombardeo al Palacio de la Moneda para el 11 de septiembre de 1973
21.08.05, Panorama Cultural, Suecia